Me queda el recuerdo de cómo, ese día, estando mi Padre semi inconsciente en la camilla del Hospital, con su mirada perdida, acariciaba mi mano suavemente una y otra vez, comunicándose sin palabras....tal vez, pidiéndome que no lo dejara solo, que lo acompañara. Tal vez tenía miedo de partir...tal vez, me fortalecía él a mi.
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