Es posible volcar el cariño
gota a gota, con el tiempo;
o es posible también
derramarlo de golpe
en un segundo.
Si esto último ocurre
lo vemos extraño,
nos parece irreal,
nos sorprende en el fondo.
Hay seres capaces
de vaciar ese amor
en instantes de vida.
Es un don apreciado,
un regalo precioso
recibido al nacer.
Es honesto y confiable,
sorprendente,
incluso para aquel
que lo lleva consigo.
Aquel portador lo agradece,
pues entregar dicho amor
es maravilloso.
Cada vez que lo encuentres
en tu paso en el mundo
será un buen regalo
si recibes su amor
y serás un tesoro
para quien te lo dio.