El día que mi padre iba a morir, por la mañana, yo
lo estaba buscando en el hospital, pues lo habían trasladado de sala. En eso,
una libélula estaba atrapada dentro de un pasillo en el hospital, sin poder
salir. Me acerqué, la atrapé con mis manos y la liberé por una ventana.
No comments:
Post a Comment