En estos mágicos días
junto a tu rostro
y atado a tu mano
mi vida se alegra
y nada me roba la paz.
Mi corazón ha jugado
enredando mis dedos
en tu pelo castaño,
rozando tu espalda,
anhelando tus labios.
Las horas se pasan sin más
y ya no las logro atrapar
para quedarme contigo
sentado en el pasto
escuchándote hablar.
He paseado a tu lado
y aunque nadie nos viera
te llevaba abrazada
y caminábamos entrelazados.
Cada vez que te distraías
sonriendo a la vida
mis ojos te descubrían,
memorizaban tu rostro
y grababan tu alma.
Cuando el mundo te hablaba
yo guardaba silencio,
escuchaba tus suaves palabras
y guardaba el sonido
para tenerte cuando no estabas.
Te cuidé cada día
aunque no lo notaras,
te abrazé cada hora
y besaba tu pelo
mientras tú no mirabas.
Si hoy me preguntas
cómo han sido estos días,
he vivido cada segundo
junto a ti, a escondidas
de los ojos del mundo.
He burlado a las horas
por estar a tu lado,
he engañado a todos
rozando tu pelo
y tocando tus manos.
Esperaré tu presencia
pues te quiero conmigo,
quiero tu aroma,
quiero tus cuerpo,
quiero tus labios.