Trabajé la tierra
para pagar por mis deudas.
Me empapé de sudor y cansancio.
Arranqué algunas malezas
que las llevo arraigadas.
Limpié unas vides sedientas
y alimenté a muchas aves
que me seguían.
Hacia mi espalda
el monte cerraba el espacio
y los árboles
me miraban danzando.
Me reencontré con mi nombre
y mi rol de hace años
cuando viajaba buscando.
En ese escenario sagrado
compañeros de roble
me hablaban contentos.
Escuché las historias
en silencio.
Me nutrí de esa paz.
Fui buscando pagar
con mi esfuerzo
lo que adeudo
y recibí más tesoros
de los que llevé.
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